Todos recordamos el aparatoso accidente que sufrió el alemán Paul van Dyk durante su actuación en el ASOT 750 de Utrecht hace tres años que casi acaba con su vida y que le produjo unas importantes secuelas por las que tuvo que aprender a caminar y a hablar de nuevo.
La empresa encargada de llevar a cabo el evento que abandera Armin van Buuren, Alda Events, deberá abonar la cantidad de 12,588,643.45 de dólares (unos 11 millones de euros) a modo de indemnización por la caída que sufrió Paul van Dyk, ya que se considera que no construyó un stage seguro para los artistas, además de no avisar en ningún momento del peligro que podían correr en caso de subirse encima de la mesa como hizo van Dyk, lo que le supuso una caída al vacío a una altura de 6 metros con severas lesiones en la espina dorsal y en el cráneo.
Ello supuso unos importantes gastos médicos que, sumados al lucro cesante por la inactividad de Paul tras su proceso de rehabilitación, hacen que Alda Events tenga que afrontar los 12 millones de dólares citados anteriormente en beneficio del artista alemán.
Un Paul van Dyk con el que pudimos hablar del accidente en esta entrevista exclusiva que le realizamos y que se mostró furioso en su día por no saber si podría volver a caminar o incluso a hacer música. No ha sido capaz de ver el vídeo de su caída, argumenta, ya que no se encontraba mentalmente preparado, culpando de ello a la empresa promotora del evento a quienes mostró su malestar criticando su falta de interés por su estado tras el accidente y con quienes rompió lazos tras todo lo sucedido.