En el epicentro de los Países Bajos donde la voluntad humana desafía a los elementos, emerge Rotterdam, una ciudad cuyas raíces se entrelazan con los hilos del destino mismo. Desde los albores de la civilización, cuando los primeros navegantes trazaron sus rutas en las aguas tumultuosas que rodean sus costas, hasta el presente, donde sus imponentes rascacielos perforan los cielos como lanzas hacia lo desconocido, Rotterdam ha sido testigo y protagonista de una odisea sin igual. A través de los ciclos de la historia, desde la gloria de sus días como enclave comercial hasta la oscuridad de las guerras que la sacudieron hasta lo más profundo de su ser, esta ciudad ha demostrado una y otra vez su capacidad de renacer de sus propias cenizas, como el ave fénix que se alza majestuosa en el horizonte. Sus calles, imbuidas de la energía de siglos de intercambio cultural y progreso incesante, son un testimonio vivo de la grandeza humana y la determinación indomable que define a Rotterdam como una metrópolis inmortal. En cada esquina, en cada edificio que se alza hacia las estrellas, late el pulso de una ciudad que desafía al tiempo y a las adversidades con una valentía que roza lo legendario. Rotterdam, bastión de esperanza en un mundo cambiante, donde el pasado y el futuro convergen en un baile eterno de grandeza y destino.
En la Manhattan del Mosa, pseudónimo con el que se conoce a esta urbe donde se fusionan la vanguardia y la originalidad, es donde se sitúa la nueva casa (parece que por muchos años) de A State Of Trance, el festival anual celebrado en honor a la suma incesante de episodios del programa homónimo de Ruben de Ronde, Ferry Corsten, Nina de Koning y el principal protagonista, el hombre que inició todo esto y que convirtió un simple radioshow en una gira mundial que ha congregado a millones de asistentes. ¿Su nombre? Armin van Buuren, pero eso ya lo sabe el mundo entero.
EL RECINTO
Tras varios años realizándose en el Jaarbeurs de Utrecht, en verano del año pasado, el equipo de A State Of Trance anunciaba que se trasladarían a un nuevo recinto donde albergarían más capacidad y un mejor nivel de producción, así que desde la famosa nueva torre Zalmhaventoren, la más grande del país y elevada a 215 metros de altura, se celebraría un radioshow especial donde anunciarían que la nueva residencia del festival sería el Rotterdam Ahoy, un recinto multiusos con una superficie de aproximadamente 87,000 metros cuadrados, que cuenta con varias instalaciones flexibles que pueden adaptarse para eventos deportivos, conciertos, convenciones y exposiciones. El complejo incluye el Ahoy Arena (lo que sería el Area III), con capacidad para albergar hasta 15,000 espectadores, así como varios pabellones adicionales y salas de reuniones.
Algo a destacar en comparación con otras ediciones en Utrecht era la cercanía entre escenarios, ya que no tenías que caminar más de cinco minutos para ir de uno a otro, punto en contra que tenía el Jaarbeurs, cuya distancia entre escenarios a veces podía alcanzar los quince minutos a pie, por lo que a veces había que calcular las distancias de forma precisa si querías llegar a tiempo a ver a un artista.
EL FESTIVAL
Viernes 23
Llegábamos a la ciudad el viernes por la mañana, donde nos esperaba con los brazos abiertos un temporal de frío, fuerte viento y algunas lluvias, pero que a lo largo del fin de semana fue amainando, dándonos la opción de poder movernos por la ciudad y hacia el Rotterdam Ahoy sin ningún tipo de imprevistos, aunque de eso ya estamos curados de espanto en ese país.
El viernes se presentaba como un día con actuaciones más interesantes incluso que el sábado, sobretodo las del propio Armin, con un especial ‘Destination Set‘ y un b2b exclusivo nunca antes visto con Joris Voorn.
El danés MORTEN nos daba la bienvenida en un mainstage que incluía la novedad de que hubiese gente detrás de la cabina del artista, el cual a su vez estaba algo más bajo que en otras ediciones, centrando la producción en una pequeña pantalla de led detrás del DJ, una amplia producción de láseres y pantallas a lo largo de todo el escenario principal. La mano derecha de David Guetta en su nuevo proyecto ‘Future Rave‘ hacía acto de presencia, y con esa mezcla entre progressive, techno y big room, se hacía un hueco también por primera vez en un ASOT en Holanda, y no tardaron en entrar sus tracks característicos del sonido ‘Future Rave‘ como ‘Lost In The Rhythm‘, ‘Kill Me Slow‘ o ‘You Can’t Change Me’. Múltiples colaboraciones con David Guetta que iban acompañadas de algún clásico reversionado como ‘No Good‘ de The Prodigy, ‘One‘ de Swedish House Mafia o ‘Feed From Desire‘ de Gala en su versión original. Para cerrar el set, se decantó por derroteras de progressive trance o el mal llamado techno melódico, con el sonido puro de Afterlife y ARTBAT, también bastante habituales en la nueva propuesta melódica que lleva trayendo David Guetta desde hace tres o cuatro años. Set correcto y apetecible para abrir boca a un escenario principal que comenzaba a llenarse.
Continuaba la faena el dúo local NWYR, pseudónimo de los eternos W&W, con más experiencia en la marca ASOT casi que el propio Armin. Un set repleto de IDs, donde pudimos ver una evolución hacia un sonido más uplifting vieja escuela, en un mundo en el que todo el mundo va hacia el techno rave, el acid o el bigroom techno mezclado con sintes de trance clásico de los 90, NWYR que llevaban una larga temporada sin actuar con ese alias, dieron la sorpresa con una de las mejores sesiones del día, ya que nadie se esperaba que su evolución haya sido hacia el sonido con el que empezaron a deslumbrar por Europa hace casi dos décadas. Versiones actuales a clásicos como ‘Lethal Industry‘ de Tiësto, al ‘Man On The Run‘ de Dash Berlin o al ‘Exploration Of Space‘ de Cosmic Gate, así como algunos edits a temas actuales como su propio ‘Thank You (Not So Bad)‘ o al ‘Like A Prayer‘ de Gareth Emery y Annabel. Sesión más que correcta y que nos dejó un muy buen sabor de boca.
Comenzaba uno de los momentos más especiales de la noche, el aclamado ‘Destination Set‘ de Armin, donde participaría también el resto del equipo en cabina. El inicio fue el set que lleva haciendo toda la temporada, con sus nuevos temas ‘Forever (Stay Like This)’, ‘Take Off‘ junto a ARTBAT, ‘Love Is A Drug‘, algunas ID en colaboración con nombres como HI-LO, Gryffin o Hardwell, quien apareció por sorpresa en el escenario para presentar su nuevo trabajo juntos. Clásicos como una nueva versión de ‘Gaia – Tuvan‘ o la original de ‘Serenity‘ satisfacían los oídos de los más nostálgicos, hasta que hicieron aparición Ruben de Ronde, Ferry Corsten y Nina de Koning para brindarnos un momento que quedará en los libros, ya que era la primera vez que hacían una sesión los tres juntos (puesto que Nina no pinchó ninguna canción). ‘Destination‘ el himno del evento, servía como inicio a un b3b legandario, donde temas como ‘Ferry Corsten – Punk (Reinier Zonneveld Remix)‘, ‘Above & Beyond – Satellite‘, ‘System F vs Armin van Buuren – Exhale‘ o ‘RAM – RAMsterdam (Jorn van Deynhoven Remix)’ volvían loco al público, acompañado de una producción audiovisual y pirotécnica muy a la altura de lo que se esperaba. Una sesión que fue mejorando por momentos hasta alcanzar el culmen en el cierre con una versión más agresiva del anthem ‘Destination‘ que sirvió como alfa y omega de un b3b que ya queda para los anales de la historia de las pistas de baile de Rotterdam.
Mientras tanto, en el Area II los bpm más elevados se hacían notar, y es que había un tridente imperdible que además iban seguidos, Bryan Kearney, John Askew y Will Atkinson iban a ser los encargados de que el sonido más agresivo y oscuro se apoderase de los fanáticos.
Un escenario bastante bien decorado, con una pantalla de led gigante que se adentraba hacia la pista desde el techo, que sería el hogar de los fans del sonido ‘138’. Bryan Kearney tomaba las riendas con una sesión cargada de IDs y de sonido ‘Karney‘, bien es cierto que fue un poco decepcionante para aquellos que esperábamos su lado más uplifting que es el que mejor rendimiento le está dando últimamente, ya que el nivel de temas como ‘Kaia‘, ‘Encanta‘ o ‘Euphoric Recall‘ hacían que fuese uno de los principales atractivos, pero no fue así y el irlandés decidió tirar por las lindes del sonido más tech trance y techno, en una sesión cargada de temas aún por sacar del tintero y que curiosamente, cerró con uplifting en los últimos coletazos del set, que cerró con ‘Plumb – God Help Me (Bryan Kearney Remix)‘ un tema que llevamos casi tres años esperando a que salga a la venta y parece que así seguiremos. Un troll el bueno de Bryan pero le queremos mucho.
Le tocaba el turno a John Askew, en la que para nosotros fue la mejor sesión de la noche en el Area II. Fiel a su estilo de uplifting ácido y oscuro, comenzó a lanzar temas de su propiedad, siendo así la mayor parte de la sesión. No tardaría en sonar su nueva referencia vocal, el remix a ‘BT feat. Christian Burns – Save Me‘, así como otros temas suyos aún pendientes de salir como ‘John Askew – Push It‘ o un nuevo remix al mítico ‘Apex‘ de Simon Patterson, rodeados de varias IDs y temas de artistas afines a su estilo como David Forbes, Greg Downey o el propio Patterson. Set muy a la altura, abanderando ese sonido VII que tanto nos gusta y que tan bien funciona en macro eventos como este.
Tras el set de Askew, le llegaba el turno al maestro escocés Will Atkinson, pero muy a nuestro pesar, tocaba la sesión por la que muchos habíamos hecho miles de kilómetros para asistir con ansia a este evento.
El Area III era la casa del techno melódico, bien presente en el festival este año. Un pabellón deportivo multiusos adaptado para convertirse en el faro de la música techno y progresiva, donde artistas como AVIRA, Miss Monique o el live de Innellea harían las delicias de los fans de este estilo cada vez más en alza.
Llevamos todo el verano siguiendo a Joris Voorn en varias de sus actuaciones, tanto en grandes festivales de techno como Awakenings como en sus míticas sesiones en la Ants de Ushuaia Ibiza, y nos sorprende entre poco y menos que haya acabado juntándose con Armin, ya que le hemos visto evolucionar su estilo cada vez más hacia el progressive trance, firmando canciones de AVIRA por su sello Spectrum, o poniendo el mismísimo ‘For An Angel‘ de Paul van Dyk en una sesión de techno en Awakenings. Es lo que tiene que un artista sea holandés, da igual el género que toque, la cabra siempre tira al monte.
Así pues, en la vastedad del cosmos sónico, donde las pulsaciones del universo danzan al ritmo de la eternidad, surgen los sonidos progresivos melódicos del techno y el trance, como héroes de una epopeya electrónica, Armin van Buuren y Joris Voorn subían al escenario por primera vez juntos.
En los confines del tiempo y el espacio, en las profundidades de la mente creativa, nacen los primeros acordes, resonando como estrellas recién nacidas en la vastedad del vacío. El techno, con su pulsante ritmo hipnótico, emerge como el fundamento primordial en muchos acordes de Joris, marcando el latido del cosmos con sus poderosas líneas de bajo y sus sintetizadores enérgicos.
Desde la oscuridad de Armin emerge una fuerza aún más titánica: el trance. Con sus arpegios ondulantes y sus melodías envolventes, se alza como un coloso, elevando las almas hacia planos superiores de conciencia. Sus compases dinámicos son como corrientes cósmicas que atraviesan el éter, llevando consigo la promesa de la trascendencia y el éxtasis.
En esta epopeya de sonidos, Armin y Joris son los héroes, navegando a través de la vastedad del Rotterdam Ahoy con destreza y pasión. Con cada mezcla, cada cambio de ritmo, tejen un tapiz de emociones y experiencias, guiando a los oyentes en un viaje épico a través de los reinos de la imaginación, mezclando incluso dos set-ups distintos; Joris con Traktor y Armin con sus inseparables CDJ Nexus 3000, unidos todos por la maravillosa DJM V-10 de Pioneer.
Pronto, comenzaban a hacerse notar temas de MORTEN o Jerome Isma-Ae, hasta que comenzaron las melodías que todo el público conoce, como el remix de Joris Voorn a ‘Transmission‘ de Eelke Kleijn o el ‘Universal Nation‘ de Push, en un remix desconocido. No podían faltar el ‘Take Off‘ de Armin con ARTBAT, el ‘Hot Tub Time Machine’ de AVIRA o un mash-up (parece que de Armin) del ‘Born Slippy‘ de Underworld con ‘Hertz – Timballe‘. Como broche de oro a una sesión que oscilaba entre el progressive trance y el techno, Joris sentenció con su ‘You And I‘, sin duda su tema estrella del 2023 que pudimos escuchar en todas sus sesiones de este verano, y el remix de Mark Sherry a ‘Blue Fear‘ del propio Armin. No podía faltar un clásico para cerrar una sesión memorable que quedará en el recuerdo del público por siempre. Armin van Buuren en su tierra es ley.
Sábado 24
El segundo día del ASOT se nos presentaba más variado, con más cantidad de artistas y muchos que ver, siendo un día de trasiego entre escenarios y empaparnos de diferentes artistas y estilos.
No podíamos perdernos una de las novedades que ha incluido ASOT para esta edición, y es que dos ganadores de un concurso de DJs tendrían la oportunidad de abrir los escenarios IV y V. Nos decantamos por supuesto por el Área V, donde Maciej Celewski, quien ha participado en algunos de nuestros eventos, tenía la misión de debutar en un A State Of Trance y de que los asistentes del Rotterdam Ahoy se echasen sus primeros bailes. Una sesión marcada por los bajos bpm y donde pudimos encontrar muchísimos clásicos como el ‘Thing Called Love‘ de Above & Beyond o ‘An Angel’s Love‘ de Alex MORPH, todo ello versiones del propio Maciej demostrando que hacer mash-ups es una de sus especialidades.
Tras entrar en calor, momento para pisar el escenario principal donde Paavo Siljamäki, integrante de Above & Beyond, debutaba en un A State Of Trance bajo su alias P.O.S. dándonos una de las mejores sesiones del evento, marcada por su propio sonido progresivo, cargada de IDs y con algunos auténticos temazos como ‘3000ft Under The Sea‘ o ‘Flying Underwater‘. Parece que le gusta el submarinismo al bueno de Paavo con esos títulos.
Una vez terminada la sesión del finlandés, visitábamos el Area II donde nos recibía un Ruben de Ronde que, para sorpresa nuestra, estaba brindando al público un sonido uplifting atípico en él pero que cada vez parece que resurge con más fuerza en su interior, creando hasta un nuevo alias para ese sonido, NRG2000. Ruben de Ronde is not afraid of 138. El final de su set corrió a cargo del ID remix de ‘Destination‘, el anthem oficial del festival del que Ruben tomó parte en su producción. Turno para Solarstone, que abrió con ‘Darren Tate & Solarstone & Julie Scott – A Long Way From Home (Timeless Mix)‘, su última producción bajo Anjunabeats y a partir de ahí, fue evolucionando su set subiendo paulatinamente los bpm. Novedades como ‘Solarstone & Stine Grove – The One‘ o ‘Blink-182 – All The Small Things (Robert Nickson Remix)‘ se mezclaron en un set cuyo colofón final fue el su propio Pure Mix a ‘Seven Cities‘ y donde echamos en falta el remix de Photographer a ‘4Ever‘, pero no se le puede echar nada en cara al bueno de Rich, intachable en la mezcla y selección.
Con los integrantes del equipo divididos, comenzaban los primeros solapes, y parte de la expedición se fue a ver a C-Systems, uno de los dúos más en forma del panorama uplifting actual y que desprendía energía a raudales. Tenían el Area IV completamente llena, y eso que les tocó bailar con la más fea, Armin van Buuren en el mainstage, y con carteles de ‘Full‘ que impedían el acceso al escenario principal. Su remix a ‘This Is What It Feels Like‘ del propio Armin, su remix a ‘Dreamy – Thought Of You‘ o un cierre soberbio con un unreleased mix propio al ‘Burned With Desire‘ también de Armin, hicieron que su debut en ASOT fuese miel sobre hojuelas, ya que la energía y conexión con el público hicieron que esa noche en Rotterdam fuese inolvidable para el dúo.
Tocaba volver al Area II, donde nos recibía con los brazos abiertos John O’Callaghan, dando una dosis de su uplifting trance tan característico y que tanto echábamos de menos. Abrió con su nueva canción ‘John O’Callaghan – Pebble Beach‘ y continuó la tralla alternando entre temas nuevos de su sello Subculture, muchas IDs y colaboraciones con artistas como Giuseppe Ottaviani o Paul Slekton, cerrando con ‘John O’Callaghan – Riverside‘, otra de sus novedades del pasado verano.
Una vez habiendo aplaudido al irlandés hasta que nos doliesen las manos, tocaba visitar en el escenario principal al conocido como ‘Genio de Rotterdam‘ y es que sí damas y caballeros, Ferry Corsten jugaba en casa.
Comenzando con el remix de Cubicore a ‘Destination‘, aun por salir, Ferry supo como ganarse a un mainstage que había perdido afluencia de público tras la sesión de Armin van Buuren, y supo que sus nuevos temas como ‘Yes Man’ o ‘Fulfillment‘, acompañados de varias IDs y algún clásico reversionado de estos que están tan de moda como ‘Ferry Corsten – Punk (Reinier Zonneveld Remix)‘, ‘Binary Finary – 1998 (Victor Ruiz Remix)‘ o ‘Mark Norman – Phantom Manor (Daniel Wanrooy Remix)‘ iban a hacer las delicias del respetable. Lo que sí que no nos esperábamos es que hiciese acto de presencia su alias Moonman con el mítico ‘Don’t Be Afraid‘ o el ‘Solstice‘ de System F. Todo ello acompañado con un par de IDs del estilo old school de Ferry Corsten hicieron que fuese para nosotros sin duda, la mejor sesión del día. Rotterdam volvió a ser joven de nuevo con su principal embajador a nivel mundial.
Momento de Ben Hemsley, una de las sorpresas en el line up, uno de los rising talents y el último gran heredero de la escuela de trance británica que tantas alegrías ha dado al género. El joven artista abría con el himonde su país, y no es el ‘God Save The Queen‘ sino el ‘Follow Me‘ de Lange, y solo con esa intro, sabíamos que debíamos quedarnos a una sesión que estaría plagada de clásicos como ‘Cygnus X – Superstring (Rank 1 Remix)‘ o ‘Tiësto – Traffic‘ y que fue cogiendo intensidad poco a poco hasta que el UK Hardcore hizo acto de presencia, a modo de guiño para los asistentes patrios, cerrando con ‘Headhunterz – Back In The Days‘, otra leyenda de los países bajos.
Nuestro último baile del festival iría a cargo del b2b de Vini Vici con Infected Mushroom, y es que si alguien entiende de psy trance, son estos dos dúos. Psy más comercial de la mano de Vini Vici y canciones más estridentes y paranoicas de la mano de Infected Mushroom como bien les caracteriza, hicieron que el set fuese una montaña rusa alternando entre las variedades amplias que ofrecen los sonidos psicodélicos. Set para todos los públicos en un mainstage que cerrarían AVAO pero que nos pillaría ya abandonando el recinto de camino al hotel.
Y así, en los crepusculares campos de batalla del Rotterdam Ahoy, donde los ecos de la lucha resonaban como trovadores de guerra, se forjaba el destino de naciones y el susurro de la victoria acariciaba las almas de los valientes artistas que se atrevieron a pinchar.
Entre el fragor de la batalla musical que vivimos, dichos artistas se enfrentaban con el ardor del público que venía con el ritmo marcado en sus corazones. Las espadas chocaban, las lanzas perforaban la oscuridad y los gritos de guerra reverberaban en el aire, como un himno al coraje y la bravura. En el epicentro de aquel caos coreográfico, los DJs se alzaban, envueltos en la danza de la muerte, la gloria y el baile.
Y así, en un último suspiro de lucha, la balanza del destino se inclinó. El clamor de la victoria rompió el silencio de la noche, mientras los vencedores alzaban sus armas al cielo, en un gesto de triunfo y honor.
Concluyó la batalla, con un rugido de victoria que resonó en los corazones de los que sobrevivieron, mientras en la distancia, el horizonte se teñía con los primeros destellos de un nuevo amanecer, promesa de esperanza y renovación para el trance, todos rindiendo tributo a quien comenzó esto hace más de dos décadas y que a día de hoy, ha marcado un antes y un después en la historia de la música electrónica. ¿Su nombre? Armin van Buuren, pero eso ya lo sabe el mundo entero.