Y como para no, tras el maratón de trance con mayúsculas y en todas sus vertientes que nos presentó Alda Events el pasado sábado 18 de febrero cuando a eso de las ocho de la tarde aproximadamente, se abrían las puertas del gigantesco Jaarbeurs, la feria de muestras de Utrecht para acoger a los miles de feligreses del trance que se amontonaban a la espera de ver a sus artistas favoritos.
Como estuve diciendo personalmente desde que salió el cartel completo dividido en escenarios; ojalá poder multiplicarme por cuatro para acudir a todos a la vez, ya que el cartel era atractivo en cada uno desde diversos puntos de vista diferentes que nos ofrece esta bella música, pero como no pudo ser así lamentándolo mucho, llegaba el momento de hacer un planning y decidir qué artistas y qué escenarios ver.
Comenzábamos nuestra andadura accediendo por la zona de medios acreditados, siendo consciente del inmenso jaleo que debería estar presentando la entrada principal, ya que más de treinta mil almas se congregaban en la puerta del Jaarbeurs para acceder a presenciar algo único.
Tras visitar el estudio de radio de Armin en directo y poder tener contacto con él (gran detalle que agradeceremos eternamente a la organización), nos dirigíamos al WAO 138?! Stage, donde pasaríamos gran parte de la noche y donde residía una primera parada obligatoria; PureNRG, la fusión del italiano Giuseppe Ottaviani y el británico Solarstone, actuación bastante complicada de ver ya que como ellos mismos admitieron en su entrevista realizada allí en directo, rondan unas ocho actuaciones por año.
Sonidos elegantes y agresivos, la perfecta unión de dos artistas que saben interpretar la verdadera filosofía del trance cada uno a su manera pero de un modo muy particular con bastantes similitudes. Melodías bellas rodeadas de armonías y basslines suaves que centran la agresividad en el kick, tampoco muy predominante por encima de la canción, kick de acompañamiento y más recurrente en progressive trance que en uplifting pero a la vez seco y que impacta, lo que consigue esa sensación de agresividad en pista mientras la mente se evade con las melodías del dúo. Emplearon sus temas más representativos como ‘Era, ‘Secret Of Sahara‘ su remix al Schöneberg de Marmion o The Prophecy, su tema de moda, combinados con la infinidad de temas sin salir y edits a canciones que tienen aún en el tintero.
Avisaban de que se llenaría el escenario principal con las grandes actuaciones y recomendaban acceder con mínimo 30 minutos de antelación, y así lo hicimos ya que nuestro objetivo era disfrutar de la sesión entera de Armin van Buuren, aunque para ello tuviésemos que adaptarnos a un estilo que no entraba dentro de nuestros planes. En cabina en un mainstage a rebosar, se hallaba Orjan Nilsen, el vikingo del trance que estaba dando un recital de todo su repertorio y todas las canciones del progressive trance más comercial que le han llevado a convertirse en uno de los artistas más aclamados por el público. Y así fue. Sus canciones más destacadas como Violetta, Xiing, Fair Game, Iconic, Flashlight, algunas IDs que verán la luz próximamente y algún guiño al pasado como su colaboración junto a Armin llamada ‘Belter‘ hacían que el público enloqueciese y dejase la pista lista y a puntito de caramelo para el protagonista de la velada.
Armin van Buuren tomaba un Mainstage a reventar dando una lección musical (vale que los tiempos que corren acompañen a los bpms tan elevados, pero el conocido trouse que le invadía desde hace tiempo sigue vendiendo en la industria y sorprendentemente no fue el camino tomado por el holandés). Armin es uno de los iconos musicales más queridos en holanda, así lo vivían dentro del Jaarbeurs generaciones muy dispares de holandeses, desde jóvenes hasta casi ancianos que bailaban los beats del rubio como si fuesen aquellas largas sesiones de trance que imperaban en los países bajos veinte años ha, y que por una noche hicieron sentirles esa sensación de nostalgia que la música tan bien es capaz de proporcionarnos. Comenzó con el anthem de la gira, ‘I Live For That Energy‘ y continuó con media hora de temas continuados a 132 bpms entre los que se encontraba el Club Mix de su última canción junto a Olaf Blackwood (a quien entrevistamos aquí) y Garibay; ‘I Need You‘ o esa ID de la que todo el mundo habla y atribuía a una posible colaboración entre Armin y el alias de Arty ‘Alpha 9‘, pero que finalmente parece ser obra de los islandeses Super8 & Tab. Tras el potente remix de KhoMha a ‘Caught In The Slipstream‘ comenzó el trance a invadir Utrecht, con el remix de Talla 2XLC a Faded, con el anteriormente citado ‘The Prophecy‘ de PureNRG o con un mashup que se sacó de la manga horas antes de su actuación entre las dos canciones que seguramente copen los charts de trance a día de hoy: ‘Saving Light‘ de Gareth Emery, Standerwick y HALIENE y ‘RAMexico‘ de RAM. La lagrimilla era inevitable en aquellos momentos. Con la subida al escenario de Vini Vici para poner ‘Great Spirit‘, se hizo realidad ese rumor de que el psy trance más comercial se está poniendo de moda y esos 138 bpms serán lo que impere en el trance en estos tiempos venideros. Temas como ‘Randa‘ de BERG, ‘Hectic‘ de Ben Nicky o ‘Follow Me‘ de Mark Sherry así lo confirmaron, aunque se le colase ahí entre medias ‘Again‘ de Rising Star junto a Betsie Larkin. Cierre por todo lo alto y de modo apoteósico con el mashup de Snsualize ‘Armin van Buuren feat. Trevor Guthrie & W&W vs. Ikerya Project & Maratone – This Is What Vendetta Feels Like‘ y dejando muy buenas sensaciones en el público.
Transición perfecta ya que ese estilo viene trayendo muy buenos resultados al australiano MaRLo desde hace dos años atrás, y éste era el encargado de tomar las riendas del mainstage y del cual no dudamos en disfrutar la primera media hora antes de partir al WAO138 Stage para acudir a nuestra cita con Bryan Kearney. Una apertura señorial con uno de los temas rey del sonido trance ácido de principios de siglo, ‘Joyenergizer‘, y una continuación con temas como ‘Magical‘, ‘Visions‘, ‘Join Us Now‘ o ‘You And Me‘ hicieron del de MaRLo un set variado y enérgico que hiciese que nos costase abandonar el mainstage de camino al otro escenario, pero era la tercera vez que veíamos al australiano y queríamos deleitarnos con Mr. Bryan Kearney. Moriremos defendiendo que MaRLo es uno de los mejores artistas que nos brinda el trance actual, tanto como productor como DJ.
En eso de ser un 10 como productor y como DJ entiende bastante también el anteriormente citado Bryan Kearney, quien como ya avisó por sus redes sociales, su set estaría cargado de novedades, y así fue. Abriendo con un edit a priori personal a ‘Opus‘ de Eric Prydz, continuó con un viaje entre los sonidos más psicodélicos, melódicos, tech y ácidos que el irlandés tiene en todo su nuevo repertorio. Temas nuevos salidos por su sello Kearnage como la nueva referencia de Atkinson (uno a los que echamos mucho de menos en el cartel) ‘Bloody Nora‘ o ‘Bryan Kearney – Adrenaline‘ su última referencia por Subculture, sello de John O’Callaghan a quien no pudimos ver en vivo pero cuyo set recomendamos encarecidamente.
Sin descanso alguno para nuestras almas, se ponía a los platos Ben Nicky, ni corto ni perezoso con una botella de Jack Daniel’s en mano, se disponía a continuar el ritmo enérgico de Kearney con la versatilidad que caracteriza sus sesiones, alternando entre los hits del momento con los clásicos más reseñables e icónicos, junto con momentos de parón melódico acompañado de vocales dulces que desembocan en drops enérgicos de tech y uplifting trance. Los sets de Ben Nicky, aunque cuestionados por los más puristas puesto que no siguen ningún criterio ni progresión musical no dejan indiferente a nadie, y mucho menos a la pista de baile. Tuvimos que viajar a Holanda para comprobar in situ que no es necesaria una progresión armónica a día de hoy para tener un pabellón entero a tus pies, y en eso, Ben Nicky es incuestionable.
Mismo procedimiento que antes y mismo trayecto, emigramos hacia el Mainstage con el lamento de no haber podido disfrutar de actuaciones como la de John O’Callaghan, Mark Sherry o toda la armada de djs que estaba concentrada en el alucinante Psy Stage (prometemos pisar más ese escenario el año que viene si sigue con vida por entonces), para disponernos a presenciar las dos actuaciones con las que concluiría la velada, Vini Vici y el set a vinilos de Armin.
Daba los últimos coletazos Fadi en un set cargado de IDs en el escenario principal que ya lucía sus mejores galas para recibir a los israelíes Vini Vici, icono y máximo estandarte actual del psy trance en su rama más progresiva y festivalera. Canciones como ‘The Tribe‘, ‘Free Tibet (Vini Vici remix’) o ‘Great Spirit‘ junto a Armin han sido las que han llevado a los israelíes a copar los escenarios principales de todos los eventos de trance, y ser demandados por los festivales de música electrónica global más prestigiosos del mundo como Ultra y Tomorrowland. Así es la fórmula del éxito a día de hoy en la electrónica, haz algo diferente y que dspunte y quémalo hasta sacarle el último céntimo de provecho. Veremos hasta cuanto dura el tirón, no sólo de Vini Vici, sino de los nuevos tiempos que se aproximan en el trance.
En cuanto a su set, nos llevamos una pequeña decepción a la hora de realizar las transiciones, y generalmente eso es algo a lo que en directo el público no suele prestar tanta atención como si estuviesen escuchando el set desde su casa, pero por lo que vimos en las reacciones de la gente, era algo que sí estaban percibiendo.
Pero no pasa nada, una hora de bombos y kicks de psy para hacer saltar al público sin descanso durante una hora, añadiendo canciones archiconocidas como ‘Opus‘ en versión uplifting trance o ‘The Prodigy – Voodoo People‘.
Tras más de ocho horas de euforia durante toda la noche, era momento de apagar las luces, cerrar el resto de escenarios y disfrutar de ver como Armin van Buuren hacía una de sus actuaciones más esperadas, este año incluso con un plus ya que el año pasado no se pudo hacer tras el accidente de Paul van Dyk.
La expectación era elevada, aunque no había demasiado ‘hype’ por saber la música que pondría, ya que tiene la insana manía de poner los temas más destacados de la época, pero demos gracias a que a día de hoy, un artista Top 5 del mundo dedica una parte de sus sesiones a acordarse de los vinilos, no están los tiempos como para encima recriminar que ponga más variedad de temas.
¿Recordáis cuando antes hablábamos de la nostalgia en la primera sesión de Armin? Bien, aquí el sentimiento de nostalgia era algo más real aún, no era una sensación, era un hecho directamente en cuanto comenzaron los primeros sonidos de la acapella del ‘So Get Up‘.
Gente bailando al ritmo de los temas que sonaban hace diez o veinte años, ‘Airwave‘, ‘Exploration Of Space‘, ‘Let The Light Shine In‘, ‘Superstring‘, ‘Silence‘… temas que todos hemos bailado durante años y años y que volvieron a poner el broche de oro a una mágica velada como aquellas a las que gracias a ellas, vivieron tantas generaciones una juventud dorada y que aquella noche, con ‘Veracocha – Carte Blanche‘ sonando como último compás, esas mismas generaciones volvieron a ser jóvenes de nuevo, porque allá, en la tierra de los tulipanes, Armin van Buuren, damas y caballeros, es ley.