El trance se afianza una edición más en Dreambeach Villaricos
Una edición más, el festival andaluz Dreambeach Villaricos celebrado en la homónima localidad almeriense de Villaricos atrajo a más de 150.000 asistentes que bailaron al ritmo de la música de los DJs más prestigiosos del mundo durante la friolera de cinco días consecutivos, prácticamente sin descanso.
En el estremecedor cartel que nos brindaba por su quinto aniversario con actuaciones exclusivas como Pendulum (Live), DJ Tiesto, Project One (que finalmente se quedó en un b2b entre Wildstylez y Headhunterz por imprevistos de última hora), Marshmello, Ø [Phase], y nombres que endulzan y adornan cualquier cartel que se precie como Adam Beyer, David Guetta, Luciano, Ferry Corsten, Seth Troxler, Noisia, Dillon Francis, Carl Cox, Loco Dice, una carpa entera con los nombres más señalados del hardstyle, y Elrow, nuestra fiesta más internacional, cerrando el mainstage del festival.
Con estos alicientes, la quinta edición de Dreambeach se presentaba como una de las más ambiciosas hasta la fecha, y acompañada de una mejor organización año tras año, hizo que el público saliese contento del evento en reglas generales (algo difícil y más aún con un cartel que pretende satisfacer todos los gustos de la electrónica).
Dentro de dicho cartel, la parte que nos toca es la del trance, que se reserva siempre un par de nombres de la escena destinados a cerrar el mainstage el domingo, como ya hiciese en 2013 con Gareth Emery, 2014 con Armin van Buuren, 2015 Armin de nuevo acompañado de Paul van Dyk, 2016 Cosmic Gate y Aly & Fila y en esta última edición con Vini Vici, Ferry Corsten y un escenario entero dedicado a La Resistencia, la fiesta de Fabrik encabezada por Raúl Ortiz.
El viernes, el escenario Open Air San Miguel se vestía de gala para recibir el sonido remember de artistas como Chimo Bayo, Paco Pil, Sensitive World, Dj Chuli & Ian Van Dhal, o el ideólogo de esta fiesta, Raúl Ortiz, directamente desde Fabrik y rememorando los temas que todos hemos bailado como el mítico ‘Así Me Gusta A Mi‘ de Chimo Bayo en una actuación en vivo del veterano artista con Raúl Ortiz a los platos.
No sería hasta el domingo -con permiso de un par de canciones de Purple Haze de Sander van Doorn el viernes y un par de canciones de psy junto con otro par de su nuevo alias NWYR de W&W el sábado- cuando no volviese a sonar el trance en el festival almeriense, primero con el dúo de moda de la industria del psy en su rama más comercial, los israelíes Vini Vici, que hicieron un set dentro de lo establecido, con guiños al pasado en mashups con psy como el Lethal Industry de Tiesto, ResuRection de PPK, Age Of Love – Age Of Love, Dominator de Human Resource y sus canciones más icónicas como Great Spirit junto a Armin, Chakra junto a W&W, The Tribe, Tik Tok como Sesto Sento (el antiguo nombre del grupo), Talking With UFO’s, The Calling junto a Ace Ventura y su remix a Free Tibet que no podía faltar.
Más de una hora y media de psy que el público del festival agradeció, ya que tuvo el escenario lleno durante todo el set, que daría paso a la leyenda de Rotterdam, Ferry Corsten, que en un deslucido Brugal Stage -las visuales de día, el cansancio y la competencia de Adam Beyer en la carpa de techno minaron mucho el set del holandés- que no por ello bajó el listón de calidad musical de la sesión y brindó un repaso por la mayoría de los temas de su nuevo álbum ‘Blueprint‘ (del que os hablamos aquí) como la intro Reception, Edge Of The Sky, Waiting, Here We Are, Drum’s A Weapon, Venera y Anahera como Gouryella, o la maravilla de mashup que se ha sacado de la manga para sus sets actuales, Max Graham & Mark Sherry vs. System F – The Evil Blue.
El cierre del festival el lunes estuvo acompañado de trance, aunque en dosis muy pequeñas por parte de DJ Tiesto, que nos hizo recordar por qué fue el número uno en esto en su día con su inconfundible Adagio For Strings y con algún que otro guiño al pasado en forma de versiones actuales como Flight 643 o Lethal Industry, que hicieron que nos marchásemos con un sabor de boca agridulce pensando en ‘lo que pudo ser y no fue‘.
Nos veremos en 2018, y muy seguramente, con más trance de por medio.