La fragilidad de la burbuja de la música electrónica en nuestro país hace que cada festival libre una dura batalla estratégica de marketing sobre cómo promocionar a los artistas, y dicha promoción comienza ahora mismo, sin tiempo que perder, aun siendo otoño, aun habiendo dejado el verano atrás hace unos escasos dos meses y aun quedando siete meses para el próximo verano.
Con todo esto, los principales festivales españoles como Dreambeach, A Summer Story, Sonar, Barcelona Beach Festival, Mad Cool, Arenal Sound, BBK… han ido desvelando avances de la idea que tienen para el próximo periodo estival y entre ellos encontramos gratas sorpresas respecto a lo que el trance acontece.
Dreambeach Villaricos: El festival almeriense nunca falla a su breve pero intensa cita con el trance, y tenemos la sensación de que su sexta edición será la edición con mayor representación del género entre el 8 y el 12 de agosto.
En su sexta edición por el momento ha decidido romper el esquema de nombres como Paul van Dyk, Ferry Corsten, Gareth Emery, Armin van Buuren o Aly & Fila y ha decidido apostar por lo más crudo, el psytrance. Se suman a Vini Vici -que repiten por segundo año consecutivo- nombres como Ace Ventura y el impredecible Seven Lions, artista cuyas sesiones perfectamente le pueden encajar entre diversos estilos, siempre con el bass por bandera y cada vez más a gusto en el trance, tanto en su vertiente más vocal, como progresiva siendo cada vez más asiduo en Anjunabeats, como en su lado más agresivo mezclando psytrance con trap y dubstep. Escucha y visita más que obligada a un artista complicado de ver fuera de Estados Unidos.
Barcelona Beach Festival: Por segundo año consecutivo -y como viene siendo menester en España cada verano- Armin van Buuren repetirá en la ciudad condal el 14 de julio en el quinto aniversario del Barcelona Beach Festival.
El holandés, uno de los artistas más queridos por el público español, volverá a hacer sonar su música en la playa de Barcelona cada vez más enfocado en el trance y saliendo poco a poco (al igual que el resto de la escena) del pozo de música comercial en el que se sumergió entre 2014 y 2016.
Misma esencia comercial pero debido al cambio de corriente de la escena al menos ahora se hace más agradable su escucha en cualquier sesión que no sea un A State Of Trance, y su carisma en cabina que siempre hace que te vayas con buen sabor de boca.