¿La mayor decepción del álbum? Sí.
¿La mayor decepción del propio Armin van Buuren? Muy probablemente.
¿La mayor calumnia al concepto ‘old school’? No cabe la menor duda.
Muchos tras leer el listado de títulos de Embrace y ver al final una canción titulada ‘Old Skool‘ dábamos por sentado que se iba a tratar de una canción de uplifting trance de la vieja época, intentando emular la esencia y los sonidos como ya hizo hace poco Ferry Corsten con ‘Gouryella’. También nos llevaba a pensar eso, el hecho de que en sus dos anteriores álbumes cerrase con canciones de corte más puramente trance a un ritmo de 136 / 138 bpms como ya hizo en Mirage con ‘Coming Home‘ o ‘Minack‘ y en Intense con ‘Who’s Afraid of 138?!‘.
Todo esto nos llevó a hacer pensar que seguiría la trayectoria y se dedicaría a satisfacer a todos los paladares como bien ha hecho en cada álbum. Pero no fue así.
Nos encontramos con una canción del más puro estilo big room house, sin apenas elementos de trance, ni siquiera de ese ‘house antiguo y hip hop de Chicago de los años 80 y 90‘ que aboga tener la canción según dijo el propio Armin en su programa de radio. Encontramos acapellas y un par de efectos de dicho sonido que perfectamente podemos encontrar en los loops que vienen por defecto en el programa de mezclas ‘Virtual DJ‘, e incluso podemos apreciar cierto aire del sonido future house que tan de moda está últimamente. (Cierto aire y sonido, nada de base, que nos conocemos).
Esta canción es, al igual que todo el álbum, un 10 en la teoría y un 0 en la práctica, con lo bonito que hubiese sido ver una auténtica representación de la mezcla entre las esencias club de Chicago de los años 80 y el trance, pero sin insultar a ambos géneros como acaba de hacer Armin con esta canción.
